El caso de Diego Bello, español asesinado en Filipinas

escrito por Andrés N.

Recientemente se ha producido el asesinato de un español en Siargao, uno de los últimos destinos turísticos que se estaba poniendo de moda en el Sudeste Asiático y que estaba empezando a ser apodada como la Bali de Filipinas, por sus muchos puntos para hacer surf y el ambiente turístico que esto genera a su alrededor. 

No conocía personalmente a Diego Bello, pero por mi vínculo con Filipinas, en cuyo país pude escribir muchos de los artículos de este blog, me siento en la obligación de dedicar unas líneas a otro español que voló en busca de poder cumplir sus sueños. 



Diego Bello era un joven surfista gallego que llegó allí y como hacen muchos españoles vieron la oportunidad de montar un negocio.

En estos países, una vez estando en el lugar y conociendo a la gente local, con mucho trabajo y perseverancia puedes montar un algo sin tener una gran cantidad ahorros.

Alquileres baratos, mano de obra a un precio mínimo y precios europeos de cara al público, un negocio redondo para muchos extranjeros que consiguen hacer realidad el sueño de muchos de montarlo en una isla paradisiaca

Ya en su día hice una entrevista a un español que montó su bar en El Nido, otro de los destinos más turísticos de Filipinas y recuerdo como una de las cosas que me destacó es que no conocía a nadie que hubiera montado un negocio en el Nido y le hubiera ido mal. 

Eso sí, hay que lidiar con las leyes del país que obligan tener a un socio filipino que tenga el 51% del negocio y con una cultura y carácter diferente que para unas cosas puede ser una ventaja y para otras no tanto. 

Pero una vez empiezas, si te va bien, tienes los contactos adecuados y estás en un destino que año a año no para de crecer, puedes aspirar a hacer muchas cosas y seguir creciendo en busca de sueños aun mayores. Eso también puede levantar celos y envidias en gente que no goza de las mismas oportunidades, que culpan de sus fracasos a todo lo que les rodea en vez de a ellos mismos y/o tienen una ambición desmedida y no les importa quitarse la competencia del medio a cualquier precio.

Supuestamente, el asesinato fue en una operación antidroga, algo que la mayoría de filipinos siempre aplaude y justifica sin el más mínimo pudor y que permite a la policía quedar impune ante miles de asesinatos con el simple hecho de poner algo de droga encima de la víctima. Los asesinatos en Manila han aumentado un 60% desde que su presidente Rodrigo Duterte llegara al poder hace ya tres años y ya van más de 30.000 en nombre de la lucha antidroga.

Me cuesta mucho creer que un joven español al que le iba muy bien económicamente y sabiendo como sabemos como está el tema de la lucha antidroga en este país, estuviera metido en este tipo de negocios. 

Más me cuesta creer que Diego Bello, que siempre iba en bañador y descalzo fuera armado con una pistola y tratara de defenderse como si del lejano oeste se tratara cuando la policía iba a detenerlo, en una pequeña isla en la que sabe que ante cualquier delito no tendría escapatoria. Eso es lo que dice el atestado policial que justifica la legítima defensa de la policía en esta operación.



Cuando estuve en Siargao el año pasado me sorprendió y me hizo gracia ver como había una marca de camisetas surferas llamada Mamon (también es el nombre de una isla cercana)… Enseguida pensé, detrás de eso tiene que haber un español con ingenio y mucha guasa. Así era, era uno de los negocios que había montado Diego Bello, cuyos allegados y amigos en común no me hacen más que confirmar que nunca tuvo nada que ver con el mundo de las drogas

También estuve en el Bravo un moderno restaurante-resort montado por otro español a pie de playa y cuyas instalaciones fueron de las primeras en aparecer en esta isla. Se encontraba justo a dos minutos andando del White Beach House, un hostel más modesto, en este caso montado también por el mismo Diego Bello

Desconozco la relación que tendrían, pero seguramente al ser españoles y tener negocios en la misma isla, serían amigos ya que en estos lugares tan remotos, el sentimiento de hermandad con cualquier compatriota suele ser enorme.

Lo que sí estoy seguro, es que tanto el dueño del Bravo como el resto de españoles que viven en la isla sabrán mejor que nadie el verdadero motivo de la muerte de Diego Bello.

Según las primeras noticias que aparecieron en los medios fue negarse a pagar extorsiones a la policía en el último local que acababa de abrir, La Santa.

Pero en cambio, testimonios de testigos y allegados, apuntan a que nunca sufrió ninguna extorsión por parte de la policía (esto no es tan común en Filipinas como en otros países del Sudeste Asiático), si no que el motivo fue el encargo de una persona con contactos, intereses y poder en la de isla de Siargao

Si esta hipótesis fuera cierta, Rodrigo Duterte, el presidente electo del país y cuya lucha contra la droga a cualquier precio es su principal lema, tiene ahora la oportunidad de tratar otro de los cánceres de su país, como es el de la corrupción de la policía, que utiliza esa misma guerra para justificar muchos crímenes, en este caso seguramente movido por el dinero o interés de otras personas

Diego Bello ya será siempre un ejemplo para la isla de Siargao.

En la justicia queda si este ejemplo será para que el resto de extranjeros no rechiste ante cualquier amenaza de extorsión en la isla o para que a nadie más se le ocurra prosperar económicamente a costa de la vida de jóvenes que persiguen y consiguen sus sueños.

Esto no quiere decir que si vas a Siargao o cualquier otra parte de Filipinas te puedan meter un tiro. Los filipinos no son de sangre caliente, es muy poco probable que tengas una pelea con alguno o se presten a ello.

De hecho la gran mayoría de filipinos son gente encantadora, son uno de los mayores valores del país y son los primeros en sufrir este tipo de incidentes, ante los cuales no les queda otra opción que seguir mirando hacia adelante con un sonrisa y alegría estoica con la que vencen un dolor al que muchos no estamos acostumbrados. 

Incluso en algunos momentos un extranjero puede crecerse al ver que planta cara a un filipino y simplemente agacha la cabeza, cuando en cualquier otro país de Europa o América tendrías al menos un conato de pelea asegurado. 

Este caso quiere decir, que si quieres montar un negocio en Filipinas, mira bien a quién le haces competencia o a quien puedes molestar. Es raro que te amenacen violentamente o intenten amedrentar, pero en un país en donde un policía cobra unos 500€ por 12 horas de trabajo y en donde hay gente con muchísimo dinero, sí es más fácil pagar a alguien 10 o 20 veces su sueldo para hacer un trabajo extra.

Y muchos, al igual que tienen un carácter tranquilo para no meterse en una pelea, también gozan de esa misma tranquilidad para saber pasar de las injusticias y del peligro y consecuencias que puedan tener cualquiera de sus actos

Siargao es una pequeña isla en la que todo el que vive allí se conoce y sabe qué pasa y en donde hay otros españoles que también tienen negocios y seguramente puedan esclarecer algo los hechos. 

Desde aquí todo mi apoyo a la familia y amigos de Diego Bello y recordarles que nadie se va hasta que es olvidado y esto último estoy seguro que no pasará con él. DEP. 

 

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1 comentario

Sil. 10/01/2020 - 7:59 PM

Pienso que el gobierno español debe intervenir para aclarar la situación y este caso quede sin justicia y su familia debería hacer intervenir la cancillería para aclarar los hechos .. Policía corrupta hay en todos lados y gobiernos corruptos que permiten, que las autoridades se manejen con tanta impunidad

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