Me Voy a Holanda – Capítulo X.
¡Buen día a todos!
¿Qué tal estáis llevando el confinamiento? Espero que os mantengáis sanos y que estéis siguiendo las reglas del gobierno. He visto en Twitter las imágenes de los niños en el parque y miedo me da la curva del COVID-19.
Cuando hablo con mi familia y mis amigos de España, que están hasta las narices de estar encerrados y de no poder salir a pasear y yo siempre les recuerdo que sé que es una falta de libertad pero que peor han sido las guerras y las miserias que han pasado nuestros antepasados.
Y es que aquí en Arnhem, la segunda Guerra Mundial está muy presente, sobre todo por la Batalla de Arnhem dentro de la “Operación Market Garden” así que estoy un poco sensible con el tema. Market Garden fue la mayor operación aerotransportada aliada, que pretendía hacerse con el control de los principales puentes sobre los ríos de los Países Bajos que en ese momento se encontraba bajo la ocupación alemana.
Por Arnhem pasa el río Rin, y el puente ahora llamado John Frostbrug ha sido el centro de la Batalla de Arnhem. Sin entrar mucho en materia, ya que hay información a barrer en internet, os voy hacer un breve resumen.
En un intento de terminar la II Guerra Mundial antes de Navidad para que los soldados volvieran a celebrar con sus familias, las tropas Aliadas organizaron un ataque a Holanda para controlar los puentes y reducir a la Alemania nazi.
El hecho fue que las fuerzas aerotransportadas británicas aterrizaron a cierta distancia de los objetivos y se vieron obstaculizados por una resistencia de las SS.
Entre que los paracaidistas aterrizaron de día y que no calcularon bien las distancias donde caían, sólo una pequeña fracción pudo llegar al puente de Arnhem. Las otras tropas aliadas, británicas y polacas, que pretendían llegar junto a sus compañeros y defender el puente por problemas de comunicación y por estar mermados en sus fuerzas ya que las tropas alemanas recogían la comida y la mercancía que le suministraban desde los aviones, no llegaron a tiempo. Tras 9 días de lucha intentando mantener el puente perdieron la batalla.
Una operación que duró del 17 al 26 de septiembre de 1944 y que se cobró la vida de tres cuartas partes de la división aerotransportada (los Airborne). Un fracaso total de los aliados.
Si queréis ver, ahora que estáis confinados, una película que retrata lo ocurrido aquí en Arnhem, tenéis A Bridge too Far (en castellano) y hay varios documentales en YouTube sobre lo mismo.
Hay un montón de información al respecto, así que no profundizo más en esto. Hasta aquí la historia…pero ahora os voy a contar como lo viví yo.
Cuando me mudé a Arnhem, en mi primer paseo al centro pasé por una rotonda llamada “Airborne Monument” y no sabía nada de lo que significaba (partamos de que no sabía nada sobre la batalla que se había librado ni de que Holanda hubiera sido bombardeada) pero me llamó la atención que tenía flores frescas en un monumento central y que estaba al final del puente de John Frostbrug.
Me di un paseo por los alrededores del puente y vi un museo también dedicado a los Airborne, “Airborne at the bridge” y una especie de tanqueta apuntando al puente y ahí ya me empecé a interesar más por el tema.
Así que el siguiente fin de semana entramos al museo para conocer lo ocurrido; allí hay imágenes de la batalla, del recorrido de las tropas, piezas de guerra y en la tienda de souvenirs puedes comprar elementos conmemorativos.
Es un museo pequeñito que puedes ver con calma y tranquilamente en una hora, así que no os quitará mucho tiempo. Entre el recorrido y los edificios destruidos reconocimos la catedral Eusebius, a escasos 10 minutos a pie, así que aprovechamos también para visitarla y conocer un poco más su historia.
Es una buena visita (no sólo por lo religioso – que nos es lo mío), puedes acceder a los campanarios y ver desde un pasillo con suelo de cristal todo Arnhem (espectacular de día y de noche ;) ) y conocer la historia de la torre durante la guerra.
Esta iglesia quedó prácticamente destruida durante la batalla…como todo Arnhem.
Cuando todo terminó, empezaron su reconstrucción y cuando tenían la torre de nuevo otra vez casi lista, un rayo cayó en la iglesia prendiendo fuego y destruyendo todo otra vez. Ver ahora la torre en pie, que no ha sido sin esfuerzo, la convierte en un icono en esta ciudad.
Pero no sólo nos quedamos ahí. Buscando después información en casa sobre lugares de interés relacionados con la batalla descubrimos, a las afueras de la ciudad, el Cementerio de Guerra de Oosterbeek (Arnhem).
Como cementerio militar que es, las lápidas son todas prácticamente iguales, blancas con el escudo de la fuerza armada o regimiento al que pertenecía el soldado, su nombre, edad y una dedicatoria de sus familiares.
La mayoría de los allí enterrados tenían entre 18 y 25 años… impactantes los epitafios y el lugar. En el amplio césped sólo se ven lápidas, un par de monumentos a los fallecidos y a la entrada hay un libro de firmas donde puedes dejar tu nota de pésame. Nosotros fuimos a visitarlo un día que acababa de llover y la verdad, bastante sobrecogedor todo.
El cementerio está muy cerca de otro museo, Airbornemuseum Hartenstein. No hemos podido entrar porque estaban en obras cuando nos mudamos y ahora está obviamente cerrado.
Tiene un tanque fuera y una placa de agradecimiento. En ella, las brigadas aliadas agradecen a las mujeres que los acogiesen en sus casas para protegerlos y salvarlos de los alemanes, dicen que ellos trajeron destrucción a Gelderland (que es la provincia) y que sus gentes les devolvieron cariño y cuidado.
Porque cuando terminó la batalla, muchos soldados de los aliados estaban heridos o escapados y encontraron ayuda y refugio en mujeres holandesas que arriesgando su vida los acogieron en casas y en granjas y les dieron cobijo hasta que pudieron escapar por el río.
Así que, si os interesa la historia del sitio al que viajáis, saber un poco más de cómo se han vivido otras épocas por los suelos que pisáis y que vivencias esconden los monumentos que visitáis, podéis seguir estos puntos en Arnhem.
Arnhem, es conocida por ser la ciudad de las compras y las tiendas, pero a mí me resulta más llamativo todo lo relacionado con la historia bélica del lugar. Ha sido todo un descubrimiento lo que aquí ha pasado y me sorprende que los lugareños mantengan los monumentos con flores frescas.
He visitado estos lugares varias veces, muchos porque están céntricos y quedan de camino a algún sitio y siempre tienen flores.
Y como frase final, en recuerdo a Alan Wood (war correspondent) que dijo:
“If in the years to come any man says to you ‘I fought at Arnhem’ take off your hat to him and buy him a drink”