Si te das una vuelta por Dublín y en realidad por cualquier parte de Irlanda y Reino Unido podrás observar un hecho curioso; las ventanas de las plantas superiores casi siempre son más pequeñas.
Además otra curiosidad en relación a las ventanas de los edificios de Dublín, la podemos encontrar en College Green, donde a día de hoy se encuentra el Banco de Irlanda. Este imponente edificio se construyó entre 1728 y 1739, para ser el Parlamento de Irlanda, y la curiosidad que tiene es que se construyó con las ventanas tapiadas.
En el año 1800 perdió su función política y el palacio fue comprado por el Banco de Irlanda.
Pues tanto el menor tamaño de muchas ventanas superiores como las ventanas tapiadas del Banco de Irlanda tienen un mismo motivo.
Esto se debe a que en el año 1696, la corona británica estaba acuciada por las deudas y ya no sabía ni qué impuestos inventarse, hasta que un iluminado, nunca mejor dicho, se inventó un impuesto, el gravar la luz del sol.
De manera que cada ciudadano tenía que pagar un impuesto dependiendo de la cantidad de luz que entrara en su casa, y ese impuesto era mayor para las ventanas que se encontraban en las plantas superiores, porque ahí entraba más luz, por ello el menor tamaño de éstas.
Y por este motivo también construyeron el Parlamento de Irlanda sin ventanas, para no tener que pagarle ese impuesto a la corona británica.
Esta tasa fue un completo fracaso, ya que muchas de las familias humildes taparon sus ventanas, aumentando muchas enfermedades y bajando el nivel de productividad de muchos oficios, lo que llevó a la disminución de otros impuestos relacionados con el trabajo y la producción.
A pesar de ello, la corona británica mantuvo esta tasa hasta el año 1860, pero para entonces el edificio que ocupa hoy el banco central irlandés ya quedó construido sin ventanas y las ventanas de las plantas superiores ya se quedaron con ese menor tamaño como seña de identidad británica.