Cada año, un día de marzo, dependiendo del calendario lunar, se celebra el Silent Day en Bali, el Día del Silencio.
El día del Silencio
Todo tiene que permanecer cerrado, nadie puede salir a la calle, bajo multa de unos cuantos millones de rupias. No hay conexiones aéreas, el aeropuerto permanece cerrado y todas las luces deben estar apagadas.
Puedes salir al balcón, a tu patio o piscina a contemplar las estrellas y disfrutar del sonido de la tranquilidad, respiras, piensas, asumes, descansas…
Al día siguiente la vida vuelve a fluir y lo ves todo algo diferente, lo aprecias todo un poco más, lo quieres, te preocupa lo que te rodea, porque todo te sorprende de nuevo.
Es el Ngembak Geni, momento de pedirse perdón, los unos a los otros.
Dos días antes, en el Ogoh-Ogoh se quemarán todos los malos espíritus a través de grandes figuras de demonios que se dedican a construir durante semanas para pasearlas en cabalgatas, hasta acabar ardiendo en los cementerios.
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Hay ofrendas, cascabeles, cabalgatas y niños, muchos niños corriendo descontrolados por todos lados, algunos con disfraces de demonios con varias cabezas.
Los que llevan a las figuras religiosas respetan un orden que dirigen los mayores y las autoridades de los banjares. Los banjares son como los barrios de cada ciudad y son controlados por ciertas familias, teniendo en ocasiones incluso más poder que la policía del país.
La religión es lo primero, lo saben los hinduistas balineses y lo saben los musulmanes con quienes conviven y se relacionan cada día. Estamos en Bali y no olvidemos que esta isla pertenece a Indonesia, el país con más musulmanes de todo el mundo.
Y sí, también existen recelos y cuando algo está sucio o hay un robo, siempre hay una religión más señalada que otra.
En el siguiente vídeo de esta canal de Youtube para aprender Bahasa-Indonesia, te explican (en inglés) en qué consiste este singular día que celebran cada año.
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